La Maca, especie
vegetal altoandina del Perú, es la herencia de los Pumpush y los Yaros al
mundo globalizado del tercer milenio. Domesticada por los
antiguos moradores de las cuevas altoandinas, constituye un legado de
su incipiente horticultura a nuestras modernas generaciones.
Evidentemente, la
Maca llegó al tercer milenio y perdurará a través de los tiempos futuros,
como lo ha hecho desde el período pre-inca hasta la
actualidad, porque fue generosa y laboriosamente dotada por la
naturaleza para aliviar y curar afecciones del ser humano, para
asombro de la ciencia. Han sido comprobados sus efectos como
regulador hormonal, antiestrés y energizante, así como sus
acciones en el aparato reproductor y en la actividad sexual, además
de sus valiosos nutrientes que la distinguen como planta alimenticia.
La Maca se halla dentro de un
pequeñísimo grupo de plantas cultivadas en los andes peruanos, desde
épocas pre-incas y, conforme han pasado los años, ha seguido teniendo un
persistente interés de parte del público consumidor, la industria de
productos naturales y los investigadores de susefectos en seres vivos.
La medicina
tradicional peruana le otorga a esta planta nativa propiedades nutritivas,
de fecundidad, revitalizantes y reguladoras. Los estudios
científicos de esta raíz datan de la década de los 60 del
siglo pasado, tanto sobre su valor medicinal como sobre
sus cualidades nutritivas. Acompaña al hombre altoandino de
generación en generación, en una interminable cadena ancestral, conforme a
la técnica tradicional de cultivoque ha traído a esta especie desde tiempos
inmemoriales hasta el tercer milenio.
El cultivo de ella
en sus enclaves tradicionales se ha mantenido aún indemne a la
masificación tecnológica, con la producción de sus raíces en manos de
pequeños agricultores que practican la misma técnica de cultivo que sus
antepasados. Su empleo por los pobladores altoandinos como planta nutritiva
no está separado de su uso como especie medicinal, exactamente como
ocurre con muchas plantas en el mundo; ellos le adjudican propiedades
revitalizantes, afrodisíacas y potenciadoras del aparato reproductor,
entre otras acciones benéficas para la salud humana.
Estudios
posteriores, a finales de los 90, para evaluar su efecto antioxidante,
comprobaron que la Maca elimina radicales libres y protege a las
células frente al estrés oxidativo. En la Universidad Peruana
Cayetano Heredia, una investigación hecha en ratones tratados con
esta planta, demostró una mayor resistencia de éstos a
desarrollar estrés y, cuando éste se presentó, fue leve
y desapareció con rapidez. En varios estudios su
calidad energizante también ha sido comprobada.
La Maca, especie
vegetal altoandina del Perú, es la herencia de los Pumpush y los Yaros al
mundo globalizado del tercer milenio. Domesticada por los
antiguos moradores de las cuevas altoandinas, constituye un legado de
su incipiente horticultura a nuestras modernas generaciones.
Evidentemente, la
Maca llegó al tercer milenio y perdurará a través de los tiempos futuros,
como lo ha hecho desde el período pre-inca hasta la
actualidad, porque fue generosa y laboriosamente dotada por la
naturaleza para aliviar y curar afecciones del ser humano, para
asombro de la ciencia. Han sido comprobados sus efectos como
regulador hormonal, antiestrés y energizante, así como sus
acciones en el aparato reproductor y en la actividad sexual, además
de sus valiosos nutrientes que la distinguen como planta alimenticia.
La Maca se halla dentro de un
pequeñísimo grupo de plantas cultivadas en los andes peruanos, desde
épocas pre-incas y, conforme han pasado los años, ha seguido teniendo un
persistente interés de parte del público consumidor, la industria de
productos naturales y los investigadores de susefectos en seres vivos.
La medicina
tradicional peruana le otorga a esta planta nativa propiedades nutritivas,
de fecundidad, revitalizantes y reguladoras. Los estudios
científicos de esta raíz datan de la década de los 60 del
siglo pasado, tanto sobre su valor medicinal como sobre
sus cualidades nutritivas. Acompaña al hombre altoandino de
generación en generación, en una interminable cadena ancestral, conforme a
la técnica tradicional de cultivoque ha traído a esta especie desde tiempos
inmemoriales hasta el tercer milenio.
El cultivo de ella
en sus enclaves tradicionales se ha mantenido aún indemne a la
masificación tecnológica, con la producción de sus raíces en manos de
pequeños agricultores que practican la misma técnica de cultivo que sus
antepasados. Su empleo por los pobladores altoandinos como planta nutritiva
no está separado de su uso como especie medicinal, exactamente como
ocurre con muchas plantas en el mundo; ellos le adjudican propiedades
revitalizantes, afrodisíacas y potenciadoras del aparato reproductor,
entre otras acciones benéficas para la salud humana.
Estudios
posteriores, a finales de los 90, para evaluar su efecto antioxidante,
comprobaron que la Maca elimina radicales libres y protege a las
células frente al estrés oxidativo. En la Universidad Peruana
Cayetano Heredia, una investigación hecha en ratones tratados con
esta planta, demostró una mayor resistencia de éstos a
desarrollar estrés y, cuando éste se presentó, fue leve
y desapareció con rapidez. En varios estudios su
calidad energizante también ha sido comprobada.
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